Eduardo Montenegro, propietario de varios medios de comunicación en la zona de Matagalpa (Nicaragua), denunció a FUNDAMEDIOS una serie de amenazas contra su integridad física y la de su familia.
Nuestra organización tuvo acceso a los chats intimidatorios que el comunicador de canal 48 local, canal 87, canal 72 Notimatv regional y radio Notimat 99.3 FM, ha recibido durante los últimos meses. “Eduardo Montenegro muerto de hambre, vende patria (…) Hijos de terroristas, vamos a sancionar al Notimatv y que lo clausuren (…) Vamos a darles plomo”, son algunas de las amenazas.
Montenegro explicó a FUNDAMEDIOS que han publicado una serie de reportajes políticos que develaron abusos de poder del gobierno orteguista, lo que ha generado la persecución a él y sus allegados.
También han cerrado arbitrariamente cinco canales de televisión en otros municipios y ahora teme que el régimen tome esta misma medida con los medios que actualmente maneja y que son los únicos que informan en la zona fronteriza con Honduras.
El comunicador afirmó que tiene a su cargo 13 periodistas, que también han sido intimidados por oficiales que, incluso han intentado arrebatarles su equipo periodístico. De hecho, uno de los reporteros de Notimatv, fue víctima de robo y amenazas de simpatizantes del presidente Daniel Ortega, durante una celebración religiosa en días pasados.
La intimidación para Montenegro inició hace ocho años, cuando se exilió en Miami. Sin embargo, a finales de marzo de 2019 regresó a Nicaragua para continuar haciendo periodismo. Desafortunadamente no ha podido hacerlo porque teme represalias.
“Mis hijos tienen amenazas de secuestro, mi esposa y yo amenazas de muerte, al equipo de Matagalpa lo mantienen acosado por grupo paramilitares, comenta el periodista quien dice tener más de 50 pruebas a su favor”.
Esto, se suma a los problemas económicos que tiene para continuar dirigiendo los medios de comunicación comunitarios, pues los empresarios han retirado la publicidad a los canales y a la radio que dirige.
“No sabemos hasta donde vamos a llegar, es una situación muy tensa, siempre voy con cuidado pero mi familia y mis colegas estamos como secuestrados”, comentó a nuestra organización.