La Federación de Periodistas Venezolanos en el Mundo (Fepevem) presentó a través de Instagram al historiador, politólogo y humorista venezolano Laureano Márquez en el conversatorio Retos del periodismo venezolano en el mundo. El encuentro virtual se desarrolló la mañana de este viernes 26 de junio, en el marco del Día del Periodista en Venezuela que se conmemora este 27.
Márquez afirmó que «es muy importante el trabajo del periodismo venezolano en el exterior, porque el periodista que está fuera del país hace el trabajo que el que está adentro no puede hacer. En ese sentido la información para los periodistas que están fuera de Venezuela es un compromiso especial y, por eso, los periodistas venezolanos se han organizado a lo largo del mundo para que la gente adentro esté informada de una manera veraz y oportuna».
El humorista venezolano residente en Madrid mostró su emoción por el nacimiento de Fepevem. Es «muy importante para Venezuela y para el mundo y sobre todo para la democracia y la libertad. Una democracia sin un periodismo que lo apoye deviene en gobiernos autoritarios como nos sucede a los venezolanos en la actualidad».
Márquez reconoció «que hacer periodismo en Venezuela en este momento entraña una gran dificultad, hay muchos colegas que tratan de hacerlo pero lo pagan muy caro. Hace poco hubo dos periodistas detenidos arbitrariamente, porque este gobierno (Maduro) cada vez que nos convence que no puede hacer más por restar libertades, nos sorprende y comete este tipo de actos violatorios de los Derechos Humanos y de la libertad de expresión».
Márquez, quien fue hostigado constantemente por el régimen chavista por su humor crítico, afirmó que el período de Hugo Chávez y ahora de Nicolás Maduro «se disfraza de buen humor para mantenerse en el poder; pero ellos, más que sentido del humor, tienen un sentido de la burla, la burla no es humor, la burla es bullying disfrazada de humor, y cuando eso además viene desde el poder, cuando el que hace burla de ti además te está pisoteando, es abusar de tus derechos».
Márquez hizo un recorrido por la historia contemporánea de Venezuela y admitió que, ciertamente, hubo restricciones a la libertad de expresión durante los gobiernos democráticos que antecedieron a Hugo Chávez, «pero nada similar a la situación actual, donde no solo se ataca al periodismo, sino que se está expropiando a los partidos políticos tradicionales y sus siglas, a los que no les quedará otro camino que la clandestinidad, como ya sucedió en Venezuela entre 1952 y 1958».