El Salvador, 13 de noviembre de 2021. El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, envió al Congreso un proyecto de Ley de Agentes Extranjeros para impedir que personas naturales o jurídicas, partidos u organizaciones de la sociedad civil reciban donaciones desde otros países para actividades políticas.
La ley crea un nuevo impuesto de 40 % sobre toda transacción, desembolso, o transferencia que los sujetos obligados reciban desde el exterior. Así, cualquier persona, empresa, asociación o fundación que realice actividades que respondan a intereses, sean controladas o financiadas directa o indirectamente por un mandante extranjero deberán acogerse a esta Ley.
La propuesta del Presidente generó algunas reacciones:
Para el Instituto iberoamericano de Derecho Constitucional considera que en los términos propuestos la Ley será un instrumento para la represión política violatoria de la Constitución, específicamente de las libertades de expresión y de asociación de tratados internacionales y de jurisprudencia nacional e internacional sobre Derechos Humanos: “lo que el proyecto persigue en el cierre del espacio Cívico”.
Solicitaron a la Asamblea Legislativa que no apruebe este proyecto remitido por el Presidente y que convoque organizaciones de la sociedad civil para un trabajo en conjunto.
La Asociación de Periodistas de El Salvador aseguró en un comunicado titulado “No podrán contra el periodismo”, que la reciente iniciativa de la Presidencia, que busca impulsar la aprobación y vigencia de una Ley de Agentes Extranjeros, no es más que un renovado intento por aplicar una legislación especial que sirva de mordaza a la crítica desde la sociedad civil y el periodismo de investigación que, desde el inicio de su mandato y en especial durante la pandemia, ha dejado en evidencia excesiva discrecionalidad y la falta de transparencia en los procesos de compras y contrataciones mediante el abuso en el gasto de dinero público de parte de algunos funcionarios.
Aseguran que el periodismo seguirá existiendo en El Salvador, sin importar las fuentes de financiamiento que hacen posible algún Gobierno. “El periodismo salvadoreño ha enfrentado censura y persecución en la paz y en la guerra, con dictaduras militares y autócratas civiles. Esta nueva afrenta no nos detendrá”, sostienen.
Mientras que la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) advirtió los efectos negativos para las libertades de expresión y de prensa que tendría la aprobación de esta propuesta “para amordazar a las voces críticas e independientes».