Una “radiografía” de lo duro que se ha vuelto ejercer el periodismo independiente en Nicaragua es lo que la comunidad internacional evidenció este domingo durante el panel ‘SOS Nicaragua: periodistas encarcelados, perseguidos y exiliados’, que se cumplió en el marco de la edición número 15 del Coloquio Iberoamericano de Periodismo Digital.
Las duras condiciones que ha impuesto el Régimen de Daniel Ortega, persiguiendo a sus opositores políticos y a los periodistas, ha hecho que el oficio en ese país sea “valiente, esperanzador, aguerrido y creativo”, según lo definieron los participantes: Jennifer Ortiz, directora de Nicaragua Investiga; Hans Lawrence Ramírez, periodista de La Prensa; Octavio Enríquez, periodista del Confidencial; y Lucía Pineda Ubau, directora de 100% Noticias.
En diálogo con Dagmar Thiel, CEO de Fundamedios Estados Unidos, que actuó como moderadora, los periodistas nicaragüenses relataron sus historias de persecución, exilio y sobrevivencia.
¿Cómo se ejerce el periodismo en Nicaragua?
“Nos ha costado nuestra libertad, la vida; informar sobre Nicaragua nos tiene en el exilio y a otros los tiene aún en la cárcel”, comentó Pineda. Relató que en 2018 en su país se generaron protestas en contra del Gobierno de Ortega y que, en el marco de esa cobertura, los periodistas del canal 100% Noticias fueron agredidos, asaltados, encañonados por elementos paramilitares.
Ataques que se extendieron a la sede del canal: “Fue una noche en que estábamos trabajando en el canal y me sacan como periodista, al director fundador —Miguel Mopra—, a la directora ejecutiva y nos llevaron a El Chipote, que es una cárcel de tortura, donde permanecimos aislados e incumunicados”, narró. Fueron seis meses de cárcel en el caso de la periodista y de Mora. “Al periodismo en Nicaragua lo arrasaron, era para que estuviéramos muertos y si estamos vivos es por la gracia de Dios”, dijo.
Pasada la primera embestida del Gobierno, el canal reabrió su señal, pero por plataforma digital, con trabajadores desde el exilio. “Nos hemos levantado del ‘duelo’. Estamos de pie, no hemos retrocedido ni cedido ante las amenazas, ni ante la cárcel ni ante la muerte”, agregó Pineda, quien asegura que el mayor éxito es seguir con vida para poder informar.
Fundado en 1926, Diario La Prensa es uno de los medios de comunicación más antiguos de Nicaragua. Desde agosto de 2018 denunció el bloqueo a sus insumos por parte del Gobierno, lo que les impedía circular con normalidad. En agosto de 2021 dejó de circular en papel. Hans Lawrence Ramírez, periodista de este medio, recuerda que el viernes 13 de agosto de ese año la Policía allanó las oficinas del Diario, las cerró y desde entonces la fuerza pública no ha abandonado las instalaciones. La Prensa optó por informar desde las plataformas digitales.
Muchos de sus periodistas salieron al exilio para salvaguardar su seguridad. Abandonaron el país de manera clandestina, ya que si pasaban por los filtros oficiales sabían que sus pasaportes serían retenidos, dijo el periodista. “La Prensa se sigue haciendo: desde la clandestinidad en Nicaragua, desde el exilio —principalmente— y de forma digital”, agregó.
La necesidad del periodismo independiente
Este ambiente de persecución y hostigamiento no ha logrado vencer el ejercicio del periodismo independiente. Al contrario, lo mantiene más vigente —aún en el exilio— , ya que a pesar de ser considerados terroristas, criminales y golpistas, el periodismo es más necesario que nunca en Nicaragua porque el mundo debe saber lo que sucede en ese país, comentó Jennifer Ortiz, directora de Nicaragua Investiga, un medio digital creado en 2018.
Ortiz dijo que en un país donde el 80 o el 90% de medios de comunicación está en poder del oficialismo, Nicaragua necesita información que contrarreste la maquinaria de “desinformación masiva” del Gobierno de Ortega, que siempre maneja una imagen distinta de lo que realmente sucede en el país, manifestó. “Son dos Nicaraguas. La real, donde hay exilio, muerte, confiscación, más de 328 víctimas desde el 2018, más de 170 presos políticos, más de 140 periodistas exiliados, que contrasta con lo que el Gobierno de Daniel Ortega ha dicho”, comentó.
Octavio Enríquez, periodista del Confidencial, manifestó que investigar en su país es como “hurgar en la oscuridad”, ya que el contexto es cada día más adverso porque hay la amenaza permanente de cárcel sustentada en tres leyes: la que castiga la noticia falsa, cuya definición está a cargo del Gobierno; la ley que controla el financiamiento y la normativa relacionada con la soberanía, que es la que se ha aplicado en la mayoría de caos. Y a pesar de todo escogen seguir informando, siguen haciendo periodismo, dijo Enríquez.