Tras siete meses de detención, el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) concedió la libertad condicional bajo fianza al periodista cubano José Ramón Ramírez Pantoja, quien permanecía recluido en el centro de Detención de Adelanto, en el sur de California. El reportero solicitó asilo en mayo de 2019, luego que abandonó Cuba tras ser expulsado de la prensa oficial, en 2016, y sufrir acoso y persecuciones de parte del Gobierno.
José Ramón podrá vivir con su familia en Las Vegas, Nevada, tras pagar una fianza de $10,000. Para lograrlo, se emprendió una campaña de apoyo que logró sumar el monto y la liberación del periodista.
«La libertad bajo fianza me tomó por sorpresa. Que me la hayan otorgado me da alegría, han sido siete meses muy duros. Estoy pidiendo su colaboración a quienes me puedan ayudar”, dijo Ramírez la tarde del 2 de diciembre a Fundamedios.
La persecución del régimen cubano en contra de Ramírez se inició desde que era niño, como represalia al activismo de su madre. Ella militaba en contra del Gobierno de Fidel Castro por lo que fue encarcelada varias veces, en la década de 1960. Por ejemplo, los maestros de las escuelas públicas lo señalaron como una amenaza «debido a su apellido».
En su vida profesional, enfrentó el acoso por negarse a elogiar al Gobierno en publicaciones. Mientras trabajaba en la estación de radio oficial, fue sancionado y humillado públicamente varias veces por su expresión política y sus creencias. En 2013, fue separado del trabajo durante 30 días sin sueldo, después de ser acusado de visitar sitios web antigubernamentales. En 2014, lo sancionaron y amenazaron por subir un video de una protesta a su blog personal. Ramírez, quien se define como católico, fue retenido en 2015 todo el día en su oficina para impedirle asistir a la visita del papa Francisco.
La situación empeoró cuando, en 2016, publicó declaraciones de la subdirectora del periódico Granma, Karina Marrón, donde pronosticaba una nueva crisis económica y social en Cuba. Tras esto, fue expulsado de Radio Holguín y asediado por la Seguridad del Estado, que le prohibió seguir colaborando con diversos medios independientes para los cuales comenzó a trabajar.
El reportero abandonó la isla por «censura oficial». Tras obtener una beca para realizar un doctorado en Historia en la Universidad Autónoma de Baja California (México), pidió asilo en la frontera sur de Estados Unidos.
Fundamedios se congratula de que José Ramón Ramírez haya sido liberado. En su momento alertamos a las autoridades de que en Cuba su vida corre peligro: la isla es el mayor violador a la libertad de expresión en las Américas y no existen garantías para el periodismo libre e independiente. La organización agradece a Human Rights First y al estudio jurídico Covington & Burling LLP, que de manera gratuita han defendido la causa del periodista.